lunes, 24 de noviembre de 2008

Crítica

MUNDO

ISRAELITA

20 de noviembre de 2008

EL PODER COMO HISTORIA CLINICA Por Ricardo Feierstein

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Acertadas actuaciones , con trabajadas caracterizaciones de todo el elenco. Son dignos de mención los cuidados aspectos técnicos: la cambiante iluminación, el muy trabajado diseño de vestuario y la inteligente escenografía. En un tono que oscila entre el grotesco y el humor, se contruye una trama entretenida con un final logrado, que universaliza una experiencia lamentablemente conocida.

Leer la nota completa : http://www.mundoisraelita.com.ar/index.php?option=com_content&task=view&id=1220&Itemid=27



NOTICIAS URBANAS Por Daniel Gaguine

MUY BUENA “Con actuaciones solventes, Los enfermos es una puesta sólida con muchas capas para descubrir y pensar pero sin perder la sonrisa”.


sábado, 8 de noviembre de 2008


RevistaAlrededores -Crítica-

"ENFERMOS DE PODER"
"Una escenografía simple, ágil e inteligente, que destaca a los actores y dinamiza los profundos parlamentos. Actuaciones sólidas y parejas de principio a fin, precisamente dirigidas por Iris Pedrazzoli, que dejan pensando tanto como las palabras. Una puesta que expresa lo que quiere y deja para el espectador dar con el diagnóstico"

Leer toda la crítica

http://www.alrededoresweb.com.ar/secciones/teatro/enfermos-de-poder.htm

martes, 28 de octubre de 2008

LA OBRA EN IMAGENES - Fotografías Florencia Sotelo -



Nicolás Lopez - Federico Cerisola - Médicos-



Guido D'Albo - Hitler-




Guido D'Albo - Hitler-




Héctor Sinder-Stalin - Ricardo Salas-Churchill-
Federico Cerisola-
Birse- Nicolás Lopez- Pavlov-


Ricardo Salas -Churchill- Federico Cerisola -Birse-



Héctor Sinder -Stalin- Nicolás Lopez -Pavlov-




Héctor Sinder-Stalin- Pedro Alperowicz- Kruschev- Daniel Mancuso-Bulganin-
Guillermo Tassara-Malenkov- Hilario Quinteros-Beria-



Hilario Quinteros-Beria- Daniel Mancuso-Bulganin-
Guillermo Tassara-Malenkov- Pedro Alperowicz- Krushev-




Hilario Quinteros - Beria-





Héctor Sinder - Stalin -



Pedro Alperowicz - Kruschev -
Daniel Mancuso - Bulganin-
Guillermo Tassara - Malenkov-





Héctor Sinder -Stalin-



Beatriz Dellacasa - Eva Braun - Voz en off



jueves, 9 de octubre de 2008

CRITICA LA NACION por Pablo Gorlero

Diario LA NACION

Espectáculos

Jueves 09.10.2008 (actualizado hace 2 días)

Una parábola sobre la enfermedad del poder

Antonio Alamo hizo un inteligente texto que pone a dictadores de la historia universal como protagonistas
Miércoles 8 de octubre de 2008 | Publicado en edición impresa

Calificación LA NACION:
Calificación lectores:

Antonio Alamo hizo un inteligente texto que pone a dictadores de la historia universal como protagonistas
Héctor Sinder y Guido D Albo, en dos actuaciones ajustadas

Los enfermos, de Antonio Alamo. Dirección: Iris Pedrazzoli. Con Guido D Albo, Héctor Sinder, Ricardo Salas, Daniel Mancuso, Pedro Alperowicz, Guillermo Tassara, Hilario Quinteros, Federico Cerisola y Nicolás López. Voz en off: Beatriz Dellacasa. Luces: Leandra Rodríguez. Escenografía: Salvador Aleo. Vestuario: Ana Clara Uhrich. Sonido y música original: Gonzalo Morales. Producción: Héctor Fraind. Asistentes: Luciano Fraind y Marisol Sousa. Sábados, a las 21, en Espacio Ecléctico, Humberto 1° 730. Duración: 90 minutos.


Nuestra opinión: buena

Los enfermos es una inteligente parábola que hizo el dramaturgo español Antonio Alamo sobre el poder y el dominio de las masas. Son tres obras cortas, unidas no sólo por su hilo conductor temático sino por sucesos históricos que tienen un correlato. En la primera, Hitler prepara su desaparición; en la segunda, Churchill visita a Stalin para repartirse los restos de Europa; y en la tercera, el dictador ruso se reúne con sus colaboradores más cercanos para dejar sentada la moraleja: qué tan cercanos pueden estar polos aparentemente opuestos como el nazismo y el fascismo con el stalinismo comunista.

Lo interesante de la obra de Alamo no son los datos históricos sino el paralelo que traza en torno del enfermo y la enfermedad. Cómo ésta se propaga y, en consecuencia, provoca que sea el miedo el único aire que se respire, hasta en los mismos estratos cercanos al poder. El virus del asesinato y la persecución parece no detenerse cuando personajes como éstos se perpetúan. Ni siquiera en el ocaso de ellos pareciera haber un atisbo de esperanza. Aunque decisivo, es en el tercer cuadro donde está el mayor problema de la propuesta, la falta de síntesis y cierta redundancia.

Alamo pintó su cuadro con colores farsescos que, gracias a la buena mano de la dirección de Iris Pedrazzoli, no se contaminan con la caricatura. Para eso contó con el aporte de un buen elenco, en el que se destacan Guido D Albo (exacto y potente, como Hitler), Héctor Sinder (tan despiadado como ridículo, como Stalin), Ricardo Salas e Hilario Quinteros. A su vez, sobresalen el diseño de vestuario de Ana Clara Uhrich y la creativa escenografía de Salvador Aleo.

Pablo Gorlero

martes, 7 de octubre de 2008

PAGINA 12
La Administración del Miedo
Entrevista a la Directora Iris Pedrazzoli
Por Cecilia Hopkins



http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/10-11362-2008-09-20.html

sábado, 27 de septiembre de 2008

“El poder enfermo diluye diferencias ideológicas”, interpreta Pedrazzoli sobre su puesta.

La administracion del miedo

En la obra Los enfermos, recientemente estrenada, los protagonistas son Adolf Hitler, Joseph Stalin y Winston Churchill. La directora destaca el carácter provocador del texto del español Antonio Alamo, en tanto hace hincapié en la complicidad de las sociedades pasivas.

Por Cecilia Hopkins


Nacido hace 42 años en Córdoba, España, el dramaturgo Antonio Alamo es muy poco conocido en el país, aunque piezas suyas, como La oreja izquierda de Van Gogh, hayan recibido premios tanto nacionales como internacionales. Su obra Pasos fue la primera estrenada en Buenos Aires, hace cinco años, bajo la conducción de Iris Pedrazzoli, ya que solamente se había dado a conocer la pieza Los borrachos, en formato de semimontado, a cargo de Andrea Garrote. Interesada en la dramaturgia española de los últimos años, entre el consagrado Sanchis Sinisterra y el iconoclasta Rodrigo García, Pedrazzoli descubrió la dramaturgia de Alamo. En estos días, esta directora estrenó Los enfermos, otro de sus textos, en el Espacio Ecléctico (Humberto Primo 730), con un elenco integrado por Guido Dalbo, Héctor Sinder, Ricardo Salas y Daniel Mancuso, entre otros.

Adolf Hitler, Joseph Stalin y Winston Churchill son los protagonistas de esta obra en la que el elemento histórico es apenas un apunte destinado a forjar entre los tres personajes una red de tensiones más o menos disimulables. Hitler cavila sobre sus errores y aciertos poco antes de cometer su famoso rito suicida junto a Eva Braun. Luego, en una charla íntima antes de iniciar la conferencia de Yalta, Stalin y Churchill instalan la duda: ¿habrá muerto el Führer, efectivamente? Ambos líderes están de acuerdo en que las sociedades mantienen su cohesión y maleabilidad mediante la sabia administración del temor. Es que, según el planteo del autor, la herencia que ha dejado el nazismo aparece en el trasfondo de toda política, sea del signo que fuere. En su análisis de esta obra, el dramaturgo español Arturo Sánchez Velasco subraya: “Alamo no fija los acontecimientos, como tradicionalmente se ha hecho en el teatro histórico, sino que los desdibuja y los pone en duda, para desmitificar la Historia y diagnosticar su mal”. Poderosos y enfermizos, estos hombres se reparten una Europa moribunda, ya cadavérica, afectada por “una calculada epidemia, la del miedo”. Se ha dicho que tanto Alamo como Juan Mayorga, su compañero de generación, autor de Cartas de amor a Stalin, hacen de la desmitificación un rasgo de estilo. Así seleccionan de la historia pequeños sucesos, detalles muy conocidos, con la intención de movilizar el imaginario colectivo.

–La obra tiene varios puntos polémicos. ¿Cuáles son los que considera más provocadores?

–Toda la obra es provocadora. Cada nueva lectura o puesta en escena encontrará en ella otras verdades a develar. La universalidad del texto, el haberlo ubicado en una sola línea sin tiempo, vuelve a estos personajes crudamente cercanos. El poder enfermo diluye diferencias ideológicas. Pero Alamo va más allá y no deja que nos paremos, inmunes, frente a sus criaturas. Para imponer la crueldad de la impunidad se necesitan sociedades pasivamente cómplices. Es decir, sus criaturas hablan sobre sí mismos, pero también sobre todos no-sotros.

–¿Los enfermos es un ensayo sobre el poder?

–Alguien dijo, no recuerdo quién, que si todo tuviera significado sería ininteligible. Desde el punto de vista de la dirección, el texto sólo es un generador, un referente. Contamos un cuentito para poder contar algo menos contable. O como siempre decía mi maestro Roberto Villanueva: “No producimos la realidad sino una idea de la realidad”.

–¿Cómo definiría el humor que tiene la obra?

–Alamo se caracteriza en sus obras por un manejo del humor, sutil e inteligente. Libera sistemáticamente el humor como medicina para contrarrestar tanta enfermedad expuesta. Nos cura y nos inmuniza para que, tomando una saludable distancia, podamos reflexionar.

–¿En qué radica la diferencia de las enfermedades que acosan a Hitler, Stalin y Churchill?

–En nada. Desde mi visión, desde el texto y desde la puesta, creo que son meros e inteligentes instrumentos para exponernos lo que sistemáticamente negamos. Lamentablemente la verdad es muy falsificable.

–¿Qué dejó cada uno de ellos a modo de herencia ideológica?

–Siglo tras siglo, la herencia ideológica es la misma. Sólo cambian, como de una puesta en escena a otra, los actores, la utilería y los escenarios, que pasaron a ser virtuales. Y no se trata de decir resignadamente “es la naturaleza humana”. Yo prefiero pensar que el odio, el terror, la maldad, el desprecio por la vida, comparten igual espacio con los buenos sentimientos humanos. Será cuestión de hacer mejores elecciones y decidir con qué mitad queremos vivir.

A modo de diagnóstico

Antonio Alamo, autor de Los enfermos, escribe a modo de prólogo: “Tres colosos han construido la Europa de la que ahora somos herederos. El primero de ellos se llamaba Adolf Hitler. El soñó que su pueblo era el elegido, y soñó también que los judíos desaparecían de la faz de la Tierra. El segundo se llamaba Josif V. Stalin. Soñó que la lámpara encendida en la Unión Soviética iluminaría el futuro de la humanidad. El tercero fue Winston Churchill, y tenía un sueño algo más modesto. Soñó una Europa libre de guerras durante un período de cincuenta años. Sus sueños, como se ve, eran bien distintos y, sin embargo, ninguno de ellos se ha cumplido. Nuestros tres colosos se parecían al menos en otra cosa: eran hipertensos y arteriosclerosos. Nuestro siglo es también hipertenso y arterioscleroso. Esta obra puede ser considerada una especie de diagnóstico

sábado, 13 de septiembre de 2008

Un diagnóstico de la humanidad


En esa frase, se encuentra tal vez una definición acertada de ésta obra del talentoso y premiado autor español Antonio Álamo.

“Los enfermos”, es una metáfora oscura sobre la enfermedad y el poder. Una obra que recurre además, al reto de contar desde el humor, hechos que marcan nuestro presente y nuestro futuro y que deben ser resueltos definitiva e inclaudicablemente desde la memoria.

En sus tres actos, Antonio Álamo expone a sus criaturas, en éste caso, los líderes que manejaron e influenciaron los destinos de la humanidad en el siglo XX, Hitler, Churchill y Stalin, descarnadamente desnudos en su intimidad. La intimidad del poder enfermizo y enfermante.

No puede catalogarse como una obra de teatro histórico. Sus personajes están desdibujados y puestos en duda. Utiliza la historia solamente como excusa para exponer lo negado.

Desmitifica la Historia y diagnostica su mal.

Dice Antonio Álamo: “La historia es un auténtico despojo de los muertos. Todo lo que somos hoy gira alrededor de lo que esos muertos nos dejaron”

Estos enfermos crónicos de la historia, nos remiten a protagonistas más actuales igualmente marcados por la enfermedad. Seres rodeados de protección, metidos en agujeros, escondidos como parte de su hábitat natural, enjaulados en la soledad demencial y acechados por la paranoia.

Hitler, Churchill y Stalin, los principales personajes de la obra, definen sus características a través de sus historias clínicas.

Manejan el poder y se reparten el cadáver físico y geográfico del mundo.

El viaje de los restos de Hitler desde el Búnker en Berlín a los sótanos del Kremlin se transforma en un acto simbólico de la semilla ideológica, supuestamente enterrada junto con la derrota y que hoy vemos tímida, pero con sostenido y temible crecimiento, comenzar a brotar sin distinción de países, credos o razas.

La obra comienza hundiendo esas raíces en la tierra abonada con el cadáver de Hitler y culmina (la representación) con Stalin muriendo como un Hamlet del siglo XX, con la calavera en la mano, y Kruschev , su sucesor, paradójicamete honrando y besando a la nueva calavera.

El círculo de la representación se cierra entonces dejando crudamente expuesto que lo tenebroso del poder diluye las diferencias ideológicas, generaliza como método válido la pasividad enfermiza de las sociedades, para imponer la impunidad de la crueldad, aun en políticas supuestamente opuestas.

A modo de profecía, Stalin, expresa como el terror, el asesinato político, por racismo o religión, siguen siendo formas extendidas de los gobiernos que intentan, inyectando el miedo, hacernos soportar aceptablemente el mal y regir así los destinos de nuestro mundo globalizado.

Pero la sagacidad e inteligencia de “Los Enfermos”, está en la utilización del humor para que podamos reflexionar sobre lo ocurrido y lo que sigue ocurriendo.

Liberando el humor nos hace tomar una saludable distancia para evitar el sufrimiento que nos plantea la realidad y definitivamente ayuda a combatir la vergüenza de una sospechosa amnesia colectiva.

¿A quienes les damos el poder?

¿En manos de quién estamos?

Ellos están enfermos y nosotros… en conciente e inconciente peligro.


Conceptos


1-Sintesis argumental

La obra de Antonio Álamo, esta dividida en tres actos.

El Primer Acto se desarrolla en el Bunker de la Cancillería del Tercer Reich y encuentra a Hitler preparando su suicidio y manteniendo un cínico “diálogo” con la Historia.

El Segundo Acto se desarrolla en una supuesta reunión secreta, horas antes de la Conferencia oficial de Potsdam entre Churchill y Stalin. Negociando a espaldas del presidente Truman, Churchill trata de averiguar la verdad sobre la muerte y el cadáver de Hitler, que se encuentra en manos de los rusos, y Stalin con su empecinada negativa intenta, sobre el terror y la duda, sentar las bases de su política de poder ante el mundo.

El Tercer Acto se desarrolla ocho años después en la Dacha donde Stalin se reúne con sus Ministros del Buró Político, Bulganin, Kruschev, Malenkov y Beria. Con un Stalin desbordado física y mentalmente, poniendo a prueba la lealtad de sus Ministros en una danza macabra con los supuestos restos del cadáver de Hitler y en busca, paradójicamente, de un Judas imaginado, donde queda en claro que la lucha por el poder impone descaradamente el dilema de ser a la vez víctimas y verdugos.

2- Conceptos de la Puesta en Escena

Cada uno de los Actos de ésta obra, presenta fragmentos ocultos de la historia cancerígena y autodestructiva de la humanidad. La riqueza, la sagacidad y el humor del texto, hace que esta puesta en escena esté dirigida fundamentalmente hacia tres aspectos principales:

El primero, orientado sobre la composición actoral de los personajes. Descarnados y expuestos en su enferma intimidad, que luchan para imponer su patética autonomía como lo hicieron en vida

El segundo a las enfermedades concretas, tan bien descriptas en las acotaciones del autor y que estarán explícitamente presentes en la puesta.

El tercero, la liberación del humor como medicina específica ideada para contrarrestar, curar e inmunizar al espectador, ante tanta enfermedad expuesta.

El ámbito espacial quizás no será del todo reconocible, pero estará destinado a afianzar lo conceptual expuesto, por que estos seres, además de sus miserias e intrigas palaciegas nos dan una cruda visión de la acción destructiva que causa el poder.

La iluminación, escenografía y vestuario, son de máxima importancia e impone una propuesta estética integral, en la creación de un hábitat visualmente casi ascético minimizando o exacerbando su referencia histórica, donde los personajes libremente nos revelaran lo siniestro o lo secreto.

El trabajo consensuado con Antonio Álamo hace que la puesta de “Los Enfermos” en Argentina también se base en destacar la universalidad del texto, colocándonos en una línea común en el tiempo.

Los protagonistas históricos Hitler, Churchill, y Stalin, con sus acciones influenciaron al mundo entero.

Los países americanos después de la Segunda Guerra Mundial se vieron obligados a entrar en un juego perverso de vaivenes ideológicos planteado por la dicotomía de las grandes potencias. Golpes de estado, asesinatos políticos, desapariciones, hambre o democracias débiles y dependientes increíblemente aparecen en las palabras de Hitler, Churchill y Stalin.

Sobre la nebulosa del poder, la necesidad de la manipulación de las masas, y el escaso valor de la verdad y de la vida, aparecen triste y psicóticamente en las acciones de nuestros “enfermos” líderes contemporáneos.

lunes, 25 de agosto de 2008

Se aproxima...

Se estrena en Buenos Aires, la obra del premiado autor español Antonio Álamo, con dirección y puesta en escena de Iris Pedrazzoli.
Con las actuaciones de:

Guido D'albo, Héctor Sinder, Ricardo Salas, Daniel Mancuso, Pedro Alperowicz, Guillermo Tassara, Hilario Quinteros, Federico Cerisola, Nicolas Lopez y la colaboración especial de Beatriz Dellacasa en la voz de Eva Braun.

Diseño de Iluminación: Leandra Rodriguez.
Diseño y Realización de Escenografia: Salvador Aleo.
Diseño deVestuario: Ana Clara Uhrich.
Sonido y Musica original: Gonzalo Morales.
Diseño Gráfico: Patricio Azor
Fotografía: Florencia Sotelo
Prensa: Luciana Zylberberg
Producción: Héctor Fraind
Asistente de Iluminación: Bettina Sara
Asistente escénico: Luciano Fraind
Asistente de dirección: Marisol Sousa

A Alavaro Ernesto Sierra Eljach por su paso mágico en nuestras vidas

A partir del 13 de Septiembre de 2008, todos los sábados a las 21 hs. en ESPACIO ECLÉCTICO, Humberto 1º 730 (San Telmo).